Son muchas las personas aficionadas a la
numismática, un término desconocido para muchos pero que hace referencia
al estudio y coleccionismo de monedas emitidas por un país con diseños
oficiales. Se trata de una ciencia conocida desde el Imperio Romano,
aunque se desconoce cuándo se comenzó a practicar el coleccionismo de
las monedas, el cual se inició de forma pareja a la filatelia, la
afición por coleccionar sellos, sobres y documentos postales.
Independientemente del valor que puedan tener en un intercambio, las
monedas de oro
y las monedas en general, hablan de la historia, del arte y de la
cultura de aquellos países que las acuñaron, habiendo una apasionante
historia detrás de cada una de ellas.
Para los amantes de la
numismática,
ya se trate de una persona recién iniciada en el coleccionismo de
monedas o una ya experimentada, es fundamental la limpieza de las
mismas, debiendo seguir unas indicaciones para evitar que puedan dañarse
y perder su valor.
Es preferible no limpiar las monedas
Aunque suene contradictorio, es preferible no limpiar las monedas a
pesar de que a la gran mayoría de las personas les gusta tener unas
monedas que brillen como si fueran nuevas. Sin embargo, a los
aficionados a la
numismática les importa más ver todos los detalles de las
monedas de oro, valorando su relieve, el cual se dañará si no se limpieza de la forma apropiada.
Un buen coleccionista es consciente de que las monedas envejecen con
el pasar del tiempo y que la oxidación es inevitable, formando una
película protectora que recibe el nombre de pátina y que a veces incluso
le da un valor adicional a la moneda desde el punto de vista
numismático.
Los principales motivos para no limpiar las monedas son el evitar que
los productos químicos para la limpieza de metales puedan hacer que se
pierdan o dañen las primeras capas del metal, además de provocar un
desgaste irreparable. Además, al frotarla con el trapo para secarla o
limpiarla, es probable que se dejen pequeños arañazos sobre la
superficie de la moneda.
¿Cuándo limpiar una moneda?
A pesar de que en principio se recomiende no limpiar las monedas, hay
ocasiones en las que será necesario hacerlo porque las monedas se
encuentren manchadas de tierra o de lodo, sucias por la manipulación de
las mismas, marcas de huellas dactilares o restos de PVC.
¿Cómo limpiar una moneda?
Material
Para proceder a la limpieza de una moneda necesitarás el siguiente material:
- Guantes de látex
- Acetona pura
- Jabón neutro
- Cepillo de nylon
- Goma de borrar de nata
- Agua destilada
- Hisopos de algodón
Procedimiento
El procedimiento a seguir a la hora de limpiar
monedas de oro
o cualquier otra varía en función de si está manchada de tierra, lodo o
por su manipulación, o si por el contrario está sucia de restos de PVC y
huellas dactilares.
Moneda manchada de tierra, lodo o suciedad por manipulación
En el caso de que se quiera
limpiar una moneda manchada de tierra, lodo o suciedad por manipulación,
se debe empezar por sumergir la moneda en cuestión en el agua,
dejándola durante un rato para que se disuelva la tierra (en el caso de
que esté muy incrustada puede ser necesario dejarla incluso un par de
días).
Posteriormente se debe hacer espuma con el jabón y frotar con
suavidad la moneda y, si es necesario, frotarla suavemente con el
cepillo de nylon por los bordes de los relieves, las dentaduras del
canto y el borde del listel. Para secarla no la frotes y deja que se
escurra y seque al aire libre por sí misma. En el caso de que aún quede
alguna mancha, busca borrarla con la goma de borrar y para retirar los
restos de la goma, sopla o agita la moneda.
Moneda manchada de huellas dactilares o restos de PVC
Si por el contrario quieres
limpiar una moneda manchada de restos de PVC o huellas dactilares, debes seguir un procedimiento diferente:
Empieza por ponerte los guantes de látex y procede a humedecer un
hisopo con acetona, frotando con suavidad la moneda sucia y dejando que
se evapore. Repite este paso cuantas veces se necesite para eliminar las
manchas de PVC.
En el caso de que quede alguna mancha, puedes tratar de borrarla con
la goma de borrar, retirando los restos que deje la goma agitando la
moneda o bien soplándola.
En todos los casos
Ponerse los guantes de látex y proceder a humedecer el hisopo con la
acetona, frotando de forma suave la moneda con ella. Este debe ser,
siempre, el paso final para neutralizar el efecto del jabón y del agua,
además para retirar cualquier resto que puede quedar del borrador y
otras sustancias, dejando que se evapore posteriormente para poder así
guardarla de nuevo en la colección de numismática y que esté bien
limpia.
Fuente: Filatelia y Numismática López
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